Mihura usaba tres estrategias distintas de humor: El de situación, El de caracteres y El verbal.
Naturalmente,
los distintos tipos se hallan estrechamente relacionados.
Mihura se
vale del humor para arremeter contra los tópicos y los estereotipos de la
sociedad burguesa.
EL HUMOR DE SITUACIÓN
Muchas de
las situaciones cómicas están emparentadas con el cine mudo, con juegos
circenses o bien surgen a partir de la relación con un animal u objeto (la
bota, el teléfono, el cornetín, la carraca,
Los
sombreros de copa, la liga, la pulga,
los conejos…).
• Irrupción de personajes en la escena, en
momentos impensados.
• Situaciones embarazosas:
-
Personajes que se esconden en un armario o
debajo de la cama.
-
Don Sacramento se presenta sin avisar en la
habitación de Dionisio.
• Presencia injustificada de animales:
-
Conversación telefónica de Dionisio, mientras
una pulga le atormenta.
-
Los conejos del Cazador astuto
• Utilización inadecuada de los objetos:
-
Dionisio ausculta a Paula con el auricular del
teléfono. Dionisio mira a
-
través del auricular, para “ver” quién llama.
-
Don Rosario toca el cornetín para que Dionisio
se duerma.
• Reiteración de motivos, escenas
simétricas (la bota, las lucecitas, los conejos).
-
Situaciones cómicas
El
humor de caracteres
La comicidad
de los personajes se deriva de su apariencia grotesca, de su indumentaria o
bien de sus acciones y todo ello es inseparable de las situaciones que
protagonizan.
• Madame
Olga, la mujer barbuda
• Dionisio
en pijama y sombrero de copa
• Don
Rosario y sus cursilerías (mostrar las lucecitas del puerto, repartir
confetti…)
• El Astuto
cazador y sus conejos
• El Odioso
señor y sus regalos (la entrega y la
retirada)
• Don
Sacramento y su decisión de regalar los conejos muertos para sus sobrinos.
• La carraca
en manos de Don Dionisio y Don Sacramento
• Se ha
señalado el infantilismo de algunos personajes (Dioniosio, Don Rosario). El
contraste entre su condición de “adultos” y su actitud infantil es una fuente
de comicidad.
El
humor verbal
La comicidad
en los diálogos lleva la marca del vanguardismo de preguerra, marcado por la
tendencia a lo irracional, a lo absurdo. Las conversaciones se llenan de
ocurrentes y disparatados juegos de palabras.
• Enunciados que rompen la lógica de la
experiencia:
-
“Primero quitó las moscas de la cocina y se las
llevó al comedor…”
-
“¡Los centenarios no se mueren nunca! ¡Entonces
no tendrían ningún mérito, caballero!”
-
“Dionisio dice “Nos iremos a Londres”. Paula le
pregunta: “¿Tú sabes inglés?”. Dionisio le
replica: “No. Pero
nos iremos a un pueblo de Londres.”
• Enunciados incongruentes o inaceptables
semánticamente:
-
“Sí, me caso, pero poco…”
-
Fanny le dice a Dionisio que tiene “unos ojos
muy bonitos” y éste pregunta: “¿En
dónde?
• Expresiones cursis para ridiculizar
tópicos o costumbres noñas:
-
Los vocativos que Don Rosario dirige a Dionisio
(“rosa de pitiminí, carita de madreselva…”)
• Empleo de la hipérbole y la caricatura:
-
“¡Los camareros tirarán migas de pan! ¡Y el
cocinero tirará en su honor gallinas enteras
por el aire!”
Lo cómico y lo trágico
La comicidad
también cumple la función de refrenar situaciones en las que destila lo lírico.
Lo cómico sirve para aliviar la tensión sentimental.
• Paula expresa sus sueños: ir juntos a
la playa, jugar en la arena… El lirismo de sus palabras pierde intensidad por
la actitud de Dionisio que está jugueteando con la carraca.
• Al
comienzo del Acto II, Dionisio se da
cuenta de que quiere a Paula. Esta evidencia queda mitigada por la
presencia en escena de muchos personajes.
• Paula ayuda a vestirse a Dionisio para la
boda.
-
Dionisio.- ¡Paula! ¡Yo no me quiero casar! […]
¡Yo te quiero con locura!
-
Paula.- (Poniéndole el pasador del cuello.) Pero
¿estás llorando ahora…?
-
Dionisio.- Es que me estás cogiendo un pellizco…
El humor según Mihura
"El humor es
un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero; un
modo de pasar el tiempo. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir,
porque no es ésta su
misión. Lo
único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros
mismos, nos marchemos de puntillas a unos veinte metros y demos una vuelta a
nuestro alrededor
contemplándonos
por un lado y por otro, por detrás y por delante, como ante tres espejos de una
sastrería y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no nos conocíamos. El
humor es verle la
trampa a
todo, darse cuenta de por dónde cojean las cosas; comprender que todo tiene un
revés, que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que
dejen de ser tal como
son, porque
esto es pecado y pedantería. El humorismo es lo más limpio de intenciones, el
juego más inofensivo, lo mejor para pasar las tardes. Es como un sueño inverosímil
que al fin se ve realizado."
M. Mihura